La tendinitis: un obstáculo que nos quita la libertad

Esta es la historia de Lina*, una chica que desde temprano ha tenido que enfrentar las dolencias de una enfermedad tan frecuente como molesta: la tendinitis.

A pesar de la mayoría de las creencias, la tendinitis no discrimina edades ni géneros. Y eso lo sabe bien Lina, pues a sus 22 años fue diagnosticada en ambas manos de una tendinitis tan desarrollada que pareciera tener las articulaciones de una mujer de 50 años. 

Aunque nunca es un buen momento para sufrir de tendinitis, Lina comenzó a presentar los síntomas de esta dolencia durante sus estudios universitarios, lo que le significó un gran obstáculo para su futura carrera como diseñadora gráfica.

Dibujar, pintar, tomar fotografías, diseñar: las actividades que componen el día a día de un diseñador gráfico se convirtieron en un reto para Lina, al tener que lidiar con una molestia en sus manos y antebrazos expresada en dolores intensos, inflamación de las articulaciones e incluso bloqueo total.

Más aún, las actividades cotidianas de nuestras vidas, como tender la cama o sujetar un vaso de agua, se pueden volver un desafío cuando no tomamos consciencia de lo valioso que es tener la libertad de mover y controlar nuestras dos manos.

De hecho, la tendinitis es una de las causas más citadas dentro de las enfermedades de riesgo laboral.

Por ello, es importante confiar en el conocimiento de expertos que no solo están a la vanguardia con el conocimiento y las tecnologías para ofrecer un tratamiento efectivo, sino que además son conscientes de la importancia que tiene la independencia que nos brindan nuestras manos.

Puedes encontrar también: TENDINITIS, UN MAL QUE POCOS SABEN CÓMO MANEJAR

Lina asistió a una consulta por sus dolores de manos y gracias a esto se le realizó un diagnóstico de su problema de manera oportuna para que su dolencia no siguiera avanzando. Se inició un tratamiento médico con un seguimiento frecuente permitiendo tomar las decisiones para el retorno a sus actividades diarias normales. 

Ella ahora conoce un poco más de los síntomas de la tendinitis y sabe cómo prevenirlos y manejarlos de manera que pueda continuar con su vida cotidiana sin interrupciones. 

*Los nombres se han cambiado para proteger la identidad de las personas a las que nos referimos.


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